SCROOGE, CUENTO DE NAVIDAD EN ROJO Y NEGRO

On enero 23, 2013 by desde1927

El Sr.Scrooge, un rojillo de pro al que habían convencido de que la evolución natural de un club deportivo, hoy en día, pasa por encontrar un acaudalado mecenas que arriesgue su patrimonio en costosas inversiones, se acostó esa noche tras haber comprado a sus nietos toda clase de accesorios del equipo de sus amores, el C.D. Mirandés. Tenía camisetas, banderas, bufandas…y una petaca para él mismo, que en Anduva es bien sabido que en invierno hace frío.

A mitad de noche, un ruido lo despertó. Ante él, una figura de niño ataviado con un gorro y una bufanda rojinegros, se identificó como el fantasma de las navidades pasadas, invitando al Sr.Scrooge a acompañarle a presenciar algo. Sin darse cuenta, y con el pijama puesto, se encontró en las escaleras de la antigua tienda oficial del C.D.Mirandés en medio de una vorágine de gente que, como él mismo había hecho, entraba y salía para hacerse con la camiseta oficial del equipo. El fantasma explicó que le había llevado allí para recordar juntos cómo el club movía el espíritu de la ciudad.

En ese momento, otro niño, esta vez sin ningún distintivo rojillo, dijo ser el fantasma de las navidades futuras y lo invitó a acompañarle. De repente, nuestro Sr.Scrooge se vio en mitad de lo que parecía ser una oficina bancaria. Extrañado por aparecer en ese lugar, preguntó al muchacho el motivo del viaje. El niño lo invitó a salir a la calle para que, con estupefacción, comprobara que habían salido de lo que él conocía como la nueva sede del Mirandés ¿Qué ha ocurrido? -dijo- Tras la conversión en SAD y algunos años de sufrimiento, un administrador judicial disolvió el C.D.Mirandés, al que ahogaban sus deudas abandonado por los inversores y a la espera de un socio capitalista que nunca llegó. El Mirandés ya no existe -respondió el niño-

De repente se despertó con el pulso acelerado. Seguía en su cama y los regalos permanecían preparados para su entrega al día siguiente. Todo había sido un sueño…pero, tal vez, ese sueño hizo que, al menos, meditara bien su postura sobre una hipotética conversión del equipo de su vida en una empresa de la que sería un mero cliente.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.